jueves, 30 de agosto de 2012

Scones integrales con semillas de amapola


Desde luego el verano es un buen momento para probar todo tipo de verduras, hortalizas, legumbres y demás en ensaladas y dejar el horno y las sartenes para otro momento. Pero yo no lo puedo remediar y el cuerpo me pide siempre pan. Una opción son los scones, rápidos de hacer (pues no necesitan ningún tipo de fermentación) y buenos sustitutos del pan.

Esta receta está pensada para una cena de dos personas. Los scones son contundentes, con lo que mejor no abusar. A mí me gusta acompañarlos de un buen postre :-)


Ingredientes
125 g de harina integral *
60 g de buttermilk *
20 g de mantequilla *
10 g de azúcar moreno *
una pizca de sal
1 punta de cuchillo de levadura química
2 cucharadas de semillas de amapola *
[* productos ecológicos]

En un mortero se machaca el azúcar moreno para que resulte más fino. Si no se tiene buttermilk en casa, se vierte la leche en un cuenco y se deja reposar durante 10 minutos con un chorrito de limón.

Se mezclan todos los ingredientes en un recipiente hasta conseguir una masa homogénea. En este caso es mejor no mezclar con la mano para que la mantequilla no se derrita.

Se pueden formar  los scones con la mano, simplemente partiendo la masa en 3 (sí, la receta es sólo para 3 scones) y redondeando un poco la superficie, o con un cortagalletas.

Los scones se hornean durante 15 minutos a 170º. Se apaga el horno y se dejan 5 minutos más en el horno antes de sacarlos.

Para tomar, están riquísimos con cualquier relleno, dulce o salado (aquí tenéis unas cuantas ideas más para rellenar).



¡Feliz semana!

domingo, 26 de agosto de 2012

Arroz exótico {Lékué}


Comenté hace unas semanas que me habían regalado un estuche de cocina al vapor de Lékué. Para estrenarlo hice una receta muy sencilla, del tipo llego a casa, no tengo nada, añado cualquier ingrediente rico que encuentre por casa y al horno.

La receta de hoy también es sencilla y rápida (se tiene todo preparado en 5 minutos) pero he querido hacer un plato con un sabor más especial. El resultado de este arroz es espectacular, ¿os atrevéis con él?

Ingredientes
100 g de arroz
100 g de pera
10 g de anacardos
1/6 de cubito de verduras
1 g de mantequilla
75 ml de leche
125 ml de agua
un chorrito de zumo de limón
sal
pimienta
medio plátano


Se introduce el arroz en el estuche. Se tritura la pera con los anacardos y se reparten por encima del arroz.

Se deshace medio cubito de verduras. Es importante que sea 100% de verduras y yo diría también que debe ser ecológico. A continuación se reparte la mantequilla (la cantidad que he utilizado son 6 daditos de 2 mm de lado).

Se añade la leche, el agua y un chorrito de zumo de limón. Se salpimenta al gusto y, por último, se añade el plátano en rodajas.

El estuche, cerrado, se cocina durante 30 minutos a 200º en el horno (si tenéis microondas, mucho mejor, tan sólo en 10 minutos a 800 W tendréis listo este arroz delicioso).


¡Feliz día!

jueves, 23 de agosto de 2012

Bollo suizo {tradición madrileña}


El bollo suizo no es suizo. Esto seguramente ya lo imagináis. Aún sabiéndolo, a mí me recuerda mucho a las masas de bollo que se toman por aquella zona.

El bollo suizo es madrileño. En la calle Alcalá, donde más tarde se construyera el edificio del Banco Bilbao en Madrid (ahora BBVA), estuvo situado el Café Suizo. El café se inauguró el 3 de junio de 1845 por dos suizos llamados Pedro Fanconi y Francisco Matossi que, en honor a su país, le pusieron este nombre. El café albergó la tertulia de los hermanos Bécquer y, después, la de Eusebio Blasco, Salvador María Granés y Manuel de Palacio.


A este bollo madrileño se le llamaba, originalmente, bollo de leche y se servía como desayuno y merienda habitualmente en los cafés de finales del siglo XIX en Madrid. Tuvieron tanto éxito los del Café Suizo que terminaron denominándose "bollos del suizo" o, simplemente, "suizos".


El blog de María, Cosicas dulces y saladas, cumple su primer aniversario. Para celebrarlo, nos propone hacer recetas tradicionales de nuestro lugar de nacimiento. Y con esa excusa he hecho estos estupendos bollos suizos. Además, he prescindido de la levadura y los he hecho con masa madre natural.


Ingredientes
325 g de harina
75 g de leche
65 g de masa madre
25 g de azúcar y algo más para decorar
15 g de mantequilla en pomada
1 huevo (la clara y media yema para la masa, la otra media yema para pintar)
sal


En un recipiente se mezclan todos los ingredientes hasta formar una masa homogénea, que se deja reposar durante 4 horas.

La masa se parte en 8 trozos y éstos se moldean, dándoles la forma de bollo suizo. Se dejan subir otras 3 horas.

Se pintan con la yema de huevo. Se les hace una pequeña hendidura o corte en el centro (yo no lo hice, me gusta la forma de bolita) y se rellena con azúcar. Se hornean a 180º durante 20-25 minutos.


¡Feliz día!

domingo, 19 de agosto de 2012

Pan básico de masa madre natural


Leí en un blog americano (y ahora no recuerdo cuál!) que un blog es para hablar sobre temas de los que queremos aprender y no somos expertos, que si uno es experto en algo, tener un blog no es lo adecuado, que si somos expertos, tenemos que tener una página Web en la que se informe de los servicios que ofrecemos. Un blog, según este artículo, es para compartir ideas, experimentos y, añado yo, fomentar la comunicación.

Estos días estoy de vacaciones y estoy aprovechando para hornear panes, intentando observar qué he podido hacer de determinada manera para obtener el resultado final y qué podría cambiar, para ir variando el resultado.

Sabéis que me cuesta seguir recetas. Incluso en algo tan científico como el pan, no he sido capaz de seguir una. En esto del pan, creo que sí que hay que ser disciplinado, así que, sea con recetas mías o de otros, tengo que apuntar bien lo que he hecho para ir modificándolo. Para los que sí que seguís bien las recetas, os dejo un enlace estupendo de un vídeo en el que Iban Yarza (por cierto, ahora totalmente involucrado en una pop-up bakery veraniega en San Sebastián) explica una receta muy básica de pan de masa madre natural.

Y yo, por otra parte, os dejo mi receta, algo engorrosa, pero con un resultado muy rico. También os digo, que a mí el pan me gusta crudo o chamuscado, así que no tiene mucho mérito que me haya gustado!


Ingredientes
50 g de masa madre de harina integral de centeno al 100% de hidratación.
225 g de harina de fuerza blanca
60 g de agua
15 g de zumo de naranja
5 g de sal

En un pequeño cuenco mezclé la masa madre (en este estupendo enlace al blog de Iban Yarza podéis ver cómo hacer masa madre) con 50 g de harina de fuerza y 50 g de agua. Dejé fermentando 3 horas.

Después añadí el resto de ingredientes, menos la sal, amasé y dejé fermentar 3 horas más. Después de este tiempo añadí 5 g de sal y volví a dejar crecer la masa, esta vez en el banettone, durante otras 3 horas.

Horneé 10 minutos a 250º y otros 40 minutos a 200º. Al sacarlo del horno, estos panes de masa madre natural necesitan tiempo de reposo antes de abrirlo, como mínimo 12 horas.

Os cuento los principales fallos:
* Tendría que haber puesto 80 g de masa madre (un 20% del peso total del pan que es de 400 g).
* La sal podría haberla añadido al principio, pues al añadirla cuando la masa ya está formada y con una fermentación de por medio, desgasifiqué demasiado.
* No hacía falta hacer tres fermentaciones, dos hubiera sido ideal. En este caso no vino mal, por la poca cantidad de masa madre que puse, y un efecto complemento al otro.
* Podría haber horneado el pan sólo 40 minutos, debido a su reducido tamaño. De todas formas, así tampoco quedó mal.

¡Feliz domingo!

miércoles, 15 de agosto de 2012

Pan dulce de piña {por una buena acción}


Que es difícil encontrar productos ecológicos en España, ya lo sabemos todos y, sobre todo, que no hay cultura de consumirlos, ya nos hemos dado cuenta. Hace algunas semanas, Mai nos contó en su blog Hierbas y Especias la tragedia que descubrió a partir de enterarse de que no existen piñas ecológicas en España. Los trabajadores en las plantaciones de piña están expuestos a productos venenosos que causan graves enfermedades y malformaciones en bebés. En Frutas justas! nos animan a involucrarnos y hacer presión para el cambio.


La idea que ha tenido Mai es hacer un libro de recetas de piñas y bananas para donar a Frutas justas!. Para ver cómo participar, leed aquí.

Ingredientes para la masa
200 g de harina
75 ml de leche
20 g de azúcar
20 g de mantequilla en pomada
3 g de levadura de panadero seca (medio sobrecito)
3/4 de huevo batido (y 1/4 huevo para pintar)
una pizca de sal

Ingredientes para el relleno
50 ml de zumo de piña
50 g de piña en trocitos
50 g de azúcar


En un recipiente se mezclan todos los ingredientes y se forma una bola, que se tapa y se deja subir, en un cuarto cálido, durante una hora.

En un cazo se pone el zumo de la piña con el azúcar y se hierve hasta que el líquido se torne denso.

Cuando la masa haya crecido, se extiende en forma de rectángulo, con ayuda de un rodillo y la untamos con la mermelada rápida que acabamos de hacer (debe sobrar la mitad aproximadamente, para luego pintar el bollo por encima). Se reparten por toda la superficie los trocitos de piña y se enrolla la masa, que se corta en caracolas y éstas se reparten por un molde.

Con la forma dada, el bollo debe subir durante una hora a temperatura ambiente.

Se pinta con el huevo y se mete en el horno, durante 25 minutos, a 180º. Desmoldamos y pintamos con el resto de mermelada.

¡Feliz día festivo!

domingo, 12 de agosto de 2012

Pan de centeno 100%

Aprovechando el comienzo de las vacaciones fuimos a comprar harinas y granos a la tienda ecológica de Pozuelo que tanto me gusta (Esencia). El pan que hoy os presento está basado en una receta de Dan Lepard, pero sin masa madre (aunque la que tengo es integral, mezclo harina de trigo y de centeno, así que en esta ocasión no he querido utilizarla). Ahora se me ocurren mil variaciones que quiero hacer. Si tenéis alguna infalible, contadme.

El olor que desprende un saquito de harina de centeno al abrirlo no tiene nada que ver con el de trigo. Huele mucho y muy bien. La harina de centeno tiene bajo contenido de gluten en relación a la de trigo, y contiene más proporción de fibras. Entre sus beneficios se incluyen la mejora del sistema inmune, el incremento de los niveles de energía y también se dice que podría ser activo en la prevención del cáncer de próstata.

Independientemente de las virtudes que pueda tener el centeno, este pan es alucinante, con muchísimo sabor y sienta bien. Es denso, pero no pesa en el cuerpo y es ideal para hacer bocadillos bien rellenos, pues no se rompe.


Para hacer esta versión de pan de centeno me he basado en la interpretación de Sara de la receta aunque, sobre su versión, también he hecho variaciones.

Ingredientes para la gelatina
25 g de harina de centeno integral
150 g de agua hirviendo

Ingredientes para la masa final
300 g de harina de centeno integral
80 g de agua
20 g de miel
10 g de sal
3 g de levadura seca de panadero
175 g de gelatina de centeno

Por la noche, se mezcla un poco de harina de centeno con agua hirviendo (realmente, el punto óptimo es agua muy caliente justo antes de que hierva, igual que cuando hacemos té). Removemos hasta que desaparezcan los grumos. No hace falta ser demasiado exhaustivos, pues siempre nos quedará alguno. Cubrimos el recipiente con un film transparente y dejamos que la mezcla repose toda la noche.

A la mañana del día siguiente mezclamos el restos de ingredientes y removemos un poco, añadimos la gelatina hecha la noche anterior y amasamos. Damos forma al pan y dejamos que repose unas 5 horas. Cuando destapéis el pan, no so asustéis, la masa no habrá subido, por la poca proporción de gluten.

Se precalienta el horno a 230º. Cuando esté caliente, se introduce el pan junto con un recipiente lleno de agua (yo utilizo una bandejita de Pyrex). Se baja la temperatura a 190º y se hornea durante 70 minutos.

Los panes de centeno mejoran con el tiempo. Yo aconsejo no comenzar a consumirlo hasta que hayan pasado 12 horas. Para poder disfrutar de este pan durante muchos días, se puede partir en rodajitas y meterlas en una bolsita para que no se sequen. Cada momento que pasa, el pan desarrolla el sabor y, aunque llegue a secarse, continuará delicioso.


Hace dos semanas hice unos muffins de queso y nueces para ver el comienzo de los Juegos Olímpicos. Hoy en casa nos despedimos de las Olimpiadas viendo la final de baloncesto y disfrutando de este pan de centeno de Dan Lepard.

¡Feliz domingo!

viernes, 10 de agosto de 2012

Paquetitos de arroz con leche


El otro día, al ver las obleas de arroz en mi despensa, se me ocurrió esta receta. Me ha gustado muchísimo el resultado. Estos paquetitos son perfectos para llevar cualquier sitio. Yo he llevado uno al trabajo, en papel de plata, para media mañana. Seguía igual de bonito y sabroso.

El arroz con leche es uno de los postres que más me gusta hacer, sobre todo por su sencillez. Creo que no tardo ni 15 minutos en tener un arroz con leche listo para tomar. Además, me aporta todos los hidratos de carbono que me pide el cuerpo cuando me apetece un pastel y todo el azúcar que necesito cuando pienso en algo dulce... y sin embargo, a penas lleva azúcar y no lleva mantequilla, sólo leche, con lo que se convierte en un dulce mucho más ligero que otros.

En Asia es donde tiene sus orígenes el arroz con leche y, en sus distintas variaciones, podemos encontrarlo en Asia, África, Europa y Sudamérica. A España lo trajeron los árabes y fue muy apreciado por los romanos, que lo veían como un plato exótico.


Ingredientes
200 ml de leche
100 g de arroz
20 g de azúcar
canela
limón
5 obleas de arroz

En un cazo se hierve el arroz con la leche, el azúcar, una ramita de canela (o un poquito de canela en polvo)  y un poco de peladura de limón hasta, que el arroz esté hecho y la leche haya espesado.

En un molde de magdalenas se engrasan 5 huequecines con mantequilla y se forran con las obleas de arroz.

Se rellenan de arroz con leche y se cierran, dando el look que más nos apetezca a estos paquetitos.

Se hornean durante 15 minutos a 180º o hasta que las obleas se hayan dorado. Si tardan mucho en dorarse, se pueden gratinar, pero con cuidado de que no se quemen.


¡Feliz día!

miércoles, 8 de agosto de 2012

Espaguetis con queso y champiñones {Lékué}


Hace unos meses se puso en contacto conmigo una comercial de Lékué, para ver si me interesaba probar el estuche de cocina al vapor. Me hizo ilusión, y más aún cuando lo recibí, con un libro de recetas geniales. Es la primera vez en mi vida que me da rabia no tener microondas (entonces, el uso de este estuche, ya sería una auténtica pasada) y precisamente por esa frustración, no paro de publicitarlo entre mis amigos: este estuche, un microondas, ingredientes frescos y un poquito de imaginación, y no habrá nada que se os resista.

Es comodísimo utilizar el estuche. Se meten todos los ingredientes crudos a la vez en el estuche y, un tiempo más tarde, tenemos un plato listo para comer, sin haber manchado ningún cacharro y sin estar atento a la cocción.

Ingredientes
120 g de espaguetis
350 ml agua
65 g de queso fresco de vaca
50 g de champiñones
pimienta
sal

Se introducen todos los ingredientes en el estuche de cocina al vapor de Lékué y se tapa. Se cocina en el horno precalentado a 200º durante 30 minutos. En el microondas, se cocina durante 10 minutos a 800 W.

Feliz cena fácil y rápida para 2 personas :-)

domingo, 5 de agosto de 2012

Granola-bar con manzana y avellanas


A finales del siglo XIX, los nombres Granula, Granola y Ganolietta eran marcas registradas en los Estados Unidos de productos con maíz integral desmenuzado y cocido hasta que se tornaba crujiente, comparable al Müsli suizo. El nombre del alimento volvió a aparecer en los años 60 y los frutos fueron añadidos para convertir la granola en una comida sana en la época del movimiento hippie.

Las barritas de granola fueron inventadas por Stanley Mason (que además inventó muchísimas otras cosas) y se han convertido en un snack muy popular. Estas barritas suelen contener los mismos ingredientes que la granola original pero, en vez de cocerse los cereales y removerse para que resulten sueltos, se hornean en moldes con forma de barras.

Otra variedad es la barrita masticable de granola (chewy granola bar) en la que los cereales y frutos están menos cocidos y el resultado no es una barrita crujiente, sino más fácil de masticar. Esta barrita es la que solemos encontrar en los supermercados.


La receta que aquí os presento es la de la barrita más crujiente. Por cierto, es buen momento para hacer uso de ingredientes ecológicos, pues todos ellos son fácilmente localizables en las tiendas ecológicas tradicionales, incluso en la mayoría de los supermercados.

Ingredientes
50 g de copos de avena
20 g de copos de maíz
40 g de avellanas machacadas
40 g de dulce de manzana
25 g de manzana fresca
25 g de clara de huevo

Se machacan las avellanas en un mortero, dándoles el tamaño que más nos apetezca, y la manzana se corta en daditos pequeñitos. Se mezclan todos los ingredientes en un recipiente hasta que el dulce esté totalmente deshecho y la clara bien integrada con los copos.

Se rellena un molde rectangular de 24 cm con la mezcla y se introduce en el horno precalentado a 180º durante 30 minutos.

Al sacar el molde del horno se deja enfriar durante 5 minutos. Después, se desmolda la granola y se corta en barritas.


¡Feliz día!

jueves, 2 de agosto de 2012

Crêpes bretonnes con mango y lima

Las crêpes son originarias de la región de Bretaña, al oeste de Francia, en donde se llaman krampouezh. En esta región francesa se distinguen dos platos parecidos: las crêpes elaboradas con trigo candeal y generalmente reservadas a los dulces y las galettes elaboradas con trigo sarraceno, en general reservadas a rellenos salados.


Ingredientes
60 g de harina candeal
120 ml de leche
1 huevo
sal
azúcar
mantequilla
una lima
un mango maduro

Se introduce la harina, la leche, el huevo, una pizca de sal y una cucharadita de azúcar en un recipiente. Se baten, hasta que la masa no tenga grumos. Yo suelo después añadir algo más de leche. Cuanta más leche añadamos, más finas quedarán las crêpes, pero no hay que pasarse, porque entonces se nos romperan al darles la vuelta o sacarlas de la sartén, pues no tendrán cuerpo suficiente.



Para hacer crêpes es importante tener una sartén plana y antiadherente. Se pone la sarten a fuego medio y se unta con mantequilla. Yo preparo un trocito alargado de mantequilla y lo envuelvo en papel de hornear, menos por una parte, resultando como una barra de labios. Se vierte algo menos de medio cazo de masa en la sartén. Esta primera crêpe deberá ser retirada (está igual de rica que las demás, pero saldrá algo fea). Se hace por un lado, hasta que se dore y se levanten los bordes de la crêpe, y, después, se hace por el otro.

Cuando se retire la crêpe de la sartén, se pondrá sobre un plato grande, tapado con una tapa de freir o un trapo. Es importante tapar las crêpes pues, si no se hace, perderán flexibilidad según se vayan enfriando.


Antes de verter la masa para la siguiente crêpe, volvemos a untar la sartén con mantequilla. De esta manera conseguimos que las crêpes tengan un sabor a mantequilla delicioso, sin que el resultado sea muy grasiento. A partir de esta crêpe, ya podemos llenar el cazo de masa y hacer unas bonitas y enormes crêpes.

Dependiendo de lo grande que sea la sartén, conseguiremos una cantidad diferente de crêpes. Con una sartén de 30 cm sólo nos salen 2 crêpes y pico, pero con una sartén algo más pequeña, de 20 cm, obtenemos unas 6 (en tal caso, utilizar sólo medio cazo en cada crêpe). Si se hacen crêpes más pequeñas, necesitaremos más mango y lima.

Cuando tengamos todas las crêpes, preparamos el mango. Se corta en láminas de unos 2 mm de grosor. Si el mango se corta más fino, cuando esté cocinado, se romperá con muchísima facilidad.

Para hacer la salsa de lima esprimimos una lima y añadimos dos cucharaditas de azúcar. Reducimos hasta que tenga una consistencia algo densa y añadimos la ralladura.

Para presentar no hay más que poner una crêpe sobre cada plato, añadir el mango en el centro, cerrar la crêpe y verter la salsa de lima.

IMPRESIONANTE


¡Feliz día!