El bollo suizo no es suizo. Esto seguramente ya lo imagináis. Aún sabiéndolo, a mí me recuerda mucho a las masas de bollo que se toman por aquella zona.
El bollo suizo es madrileño. En la calle Alcalá, donde más tarde se construyera el edificio del Banco Bilbao en Madrid (ahora BBVA), estuvo situado el Café Suizo. El café se inauguró el 3 de junio de 1845 por dos suizos llamados Pedro Fanconi y Francisco Matossi que, en honor a su país, le pusieron este nombre. El café albergó la tertulia de los hermanos Bécquer y, después, la de Eusebio Blasco, Salvador María Granés y Manuel de Palacio.
A este bollo madrileño se le llamaba, originalmente, bollo de leche y se servía como desayuno y merienda habitualmente en los cafés de finales del siglo XIX en Madrid. Tuvieron tanto éxito los del Café Suizo que terminaron denominándose "bollos del suizo" o, simplemente, "suizos".
El blog de María, Cosicas dulces y saladas, cumple su primer aniversario. Para celebrarlo, nos propone hacer recetas tradicionales de nuestro lugar de nacimiento. Y con esa excusa he hecho estos estupendos bollos suizos. Además, he prescindido de la levadura y los he hecho con masa madre natural.
Ingredientes
325 g de harina
75 g de leche
65 g de masa madre
25 g de azúcar y algo más para decorar
15 g de mantequilla en pomada
1 huevo (la clara y media yema para la masa, la otra media yema para pintar)
sal
En un recipiente se mezclan todos los ingredientes hasta formar una masa homogénea, que se deja reposar durante 4 horas.
La masa se parte en 8 trozos y éstos se moldean, dándoles la forma de bollo suizo. Se dejan subir otras 3 horas.
Se pintan con la yema de huevo. Se les hace una pequeña hendidura o corte en el centro (yo no lo hice, me gusta la forma de bolita) y se rellena con azúcar. Se hornean a 180º durante 20-25 minutos.
¡Feliz día!
¡Me encantan los suizos!. Los tuyos parecen muy esponjosos. Una entrada estupenda. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarBuen día
Buenisísimos! Suerte ♡
ResponderEliminarQué bien te sale todo. Siempre se aprende algo en tu blog, jeje, los bollos suizos son madrileños! Besos
ResponderEliminarayyyy qué ricos!!! a mi me recuerdan a los que me comia yo de pequeña... los mios eran "bollos de leche" y mi madre, toda generosa ella, los abría y les ponía una buena capa de mantequilla... uhmmmmmmmm qué recuerdos!!!
ResponderEliminarUn besico
Yolanda
qué ricos y esponjosos te han quedado. las fotos también son una maravilla, vamos, que todo perfecto. Besitos guapa
ResponderEliminarqué miga tan espectacular!
ResponderEliminarbs
Olivia, me ha gustado mucho tu nueva imagen ;) Y con estos bollitos suizos, que tienen pinta de estar deliciosos, te han salido unas fotos preciosas :) Me encanta con toda esa claridad de fondo, con lo difícil que es controlar un fondo claro :P
ResponderEliminarNunca he usado masa madre en un pan dulce, pero me intriga bastante, ¿se nota un sabor más potente o no cambia tanto?
Un besito, y gracias por la historia, pues si te digo la verdad, no conocía el origen del nombre de estos panecillos tan polivalentes (porque, no nos vamos a engañar, es que sirven para cualquier cosa :P ).
Umm,que tiernito y delicioso se ve!
ResponderEliminaruMMMMMMMMM, ME PIDO DOS¡¡¡¡¡, BESOS
ResponderEliminarMe ha gustado la historia mucho, me encantan los bollos suizos, que bien te han quedado
ResponderEliminarBuenisima la historia!
ResponderEliminarsuerte en el concurso!
un beso
Mer
Genial saber un poco de la historia de estos bollos...nunca los he probado pero ahora que estoy haciendo masa madre me animaré. Besitos! Flor
ResponderEliminarno lo conocía, gracias por aclarar que no es suizo, jeje
ResponderEliminar¿vamos a ver como te lo digo?...la receta, estupenda, las fotos estupendas y este trocito de historia..del que no tenia ni la menor idea, viviendo en madrid...genial...!vamos!, un post, redondo...redondo. Gracias por este trabajo tan esmerado, se valora...y mucho. bss Acaramelada
ResponderEliminarQuerida Olivia,madre mia que receta, estoy a punto de llamar a mi padre panadero de toda la vida, como ya he dicho en algunas ocasiones, para que alucine como lo he hecho yo, un bollo con masa madre es un bocado de reyes, pero te lo digo de verdad verdad,me ha vuelto loca tu receta, y ese trocito de historia que tanto me gustan a mi, bueno que me a enamorado de principio a fin. te deseo toda la suerte del mundo amiga. Un beso enorme
ResponderEliminarOlivia,
ResponderEliminar¡Qué pinta! Te han quedado espectaculares. Me encanta la costra que se forma al hornearlos, está riquísima.
Un besito,
Sacer
No sabía la historia, me ha sorprendido.
ResponderEliminarHas hecho unos bollos espectaculares.
Besos.
Hola Olivia, desconocía la historia del bollo suizo y me ha encantado leer tu entrada de hoy. Es genial que aprendamos historia junto con recetas a través de blogs como el tuyo.
ResponderEliminarLos "suizos" me encantan, son deliciosos. Me traen unos recuerdos maravillosos de la infancia. Mis abuelos nos visitaban cada domingo y siempre venían con una bandeja de bollería variada: croisants, suizos, ensaimadas, torteles, etc. Yo siempre escogía cualquiera que no fuera el "suizo" porque me parecía el más soso. Sin embargo, con los años, ha ido subiendo puestos en mi ranking de "bollos favoritos" hasta alcanzar el primer puesto. Creo que es en su sencillz donde radica su encanto.
Ay, mi abuela nos lo abría por la mitad y lo tostaba en carmela, luego le untaba una capa finita de mermelada casera y...mmmm...aquello me llevaba directa al cielo.
Ahora lo hago yo con mis hijos para conservar costumbres, jeje.
Una aportación fantástica al concurso de María. Difícil de superar.
Un abrazo, Carmen
qué maravilla de suizos !!! sólo los cmo algún domingo perdido por la mañana y por eso cfreo que los tengo tan mitificados jajaja, claro, que viendo estos tuyos no sé si voy a poder resistirme a hacer de ellos un clásico de los fines de semana jejeje
ResponderEliminarun besazoo
Divinos no divinisimooos muxa suerte en el concurso te han quedado de lujo.
ResponderEliminarBicos mil y feli finde wapa.
Me encantan estos bollitos y la historia que nos traen.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Un saludo.
Pues yo soy seguramente la excepción, no sabía porqué se llaman bollos suizos y tampoco que son de típicos de Madrid, los que he visto que se hacen por aquí son más bien alargados y tienen un poco de crema encima, los llaman suizos pero no sé si es lo mismo, ay que me acuesto sabiendo una cosita más!!
ResponderEliminarBesitos
Los hago, pero fijo fijo. ¿Sabes lo que gusta en casa este tipo de bolleria? Además te quedaron más que bonitos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por tus felicitaciones.
Besos.
No tenía ni idea de toda la historia de los suizos, y eso que son unos bollos que en casa nos fascinan. En casa los hacemos mucho pero mi madre siempre me pide que lo controle porque sino nos ponemos como focas jejeje
ResponderEliminarBesotes
l historia fantasticapero los bollos hija mia me tomaria un par de ellos, te quedaron buenisimos me quedo la receta..Besos
ResponderEliminarNo tenía ni idea de la historia del bollo suizo. Muy interesante y la foto una preciosidad. Pero claro, como todos, prefiero un bollo, Me llevo la receta, no sé si me saldrán igual si la preparo sin azúcar. Por probar... un beso
ResponderEliminarUmm, qué ricos!!! Pues yo no sabían que NO eran suizos, jaja
ResponderEliminarmadre mia olivia que pinta tan deliciosa xd esto tiene que ser pecado guapa se ven divinos me comia todos de una senta besos guapa ;)
ResponderEliminarMe ha encantado la historia. No sabía que eran originarios de Madrid... Gracias por traérnosla.
ResponderEliminarY gracias por esos bollitos, a mí me encantan mojaditos en chocolate caliente...
Hola amiga. Unos bllos riquisimos. Te espero en mi nlog. Un saludo de sole
ResponderEliminarTe han quedado ideales, Un besazo.
ResponderEliminarQue bonitos te han quedado yo los estrené hoy también aunque con algún cambio en la receta, también los subí a mi blog.
ResponderEliminarUn saludo
El bollo suizo no es madrileño, los primos franconi y Matossi ya los vendían en Bilbao 40 años antes de que ellos mismo abrieran el café suizo en Madrid. A parte es una receta de antes del siglo XV ya popular en Suiza, que se extendió a Francia con alguna variante y de ahí el Brioche francés.
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