Tarta tatin

Parece ser que la tarta tatin surgió por un despiste de una hermana Tatin (en el Hotel Tatin en Francia) que dejó que se cocinaran las manzanas más de la cuenta y, para no desperdiciarlas, les puso la pasta encima antes de hornearla. Después le dió la vuelta con cuidado, dando lugar a esta variante de tarta tan popular en la cocina francesa.

Ingredientes
75 g de azúcar
25 g de mantequilla
5 manzanas
un chorrito de zumo de limón
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125 g de harina
75 g de azúcar
100 g de nata líquida
2 huevos
una punta de cuchillo de levadura
una pizca de sal

En una cacerola (20 cm de diámetro) de paredes altas y superficie antiadherente se calienta el azúcar con un chorrito de agua y, cuando se esté fundiendo el azúcar se añade la mantequilla. Cuando estén bien mezclados se introducen las manzanas peladas y cortadas en cuartos. La cantidad de manzana utilizada es mucho mayor que la que cabe en la primera capa de la cacerola, no importa, la echamos toda. Precisamente esto es lo que hará que la tarta queda más vistosa, pues la manzana va a reducir mucho su volumen. Se reparte el zumo de medio limón por encima de la manzanas. Se deja cociendo a fuego lento durante 40 minutos.

Por otra parte, se hace el bizcocho. Lo tradicional sería poner una capa de masa brisa por encima, pero preferí esta opción, por ser menos complicada.

Se mezclan los ingredientes y se vuelca la masa dentro de la cacerola en la que ya están las manzanas. Se calienta en el horno precalentado a 180º durante 30 minutos . Después de los 10 primeros minutos, se agujerea el bizcocho para dar salida al jugo de las manzanas y se tapa la cacerola con un papel de aluminio para que el bizcocho no coja demasiado color.

Cuando se saque del horno la tarta, se vuelca sobre un plato enseguida, pues si el caramelo se seca las manzanas quedarán pegadas a la cacerola.

Para acompañar la tarta hice un sorbete ácido de ciruelas, para contrastar el dulzor, y nos encanto.

¡Feliz fin de semana!