Madeleines de Commercy {reinterpretando la receta}

La magdalena de Commercy debe su nombre a una joven criada llamada Madeleine Paulmier, que en 1755 elaboró estos pastelitos para el rey de Polonia Stanislas Leszczyński, que tenía allí, en Commercy, un palacio.

La madeleine de Commercy se distingue de otras madalenas por la incorporación de claras de huevo batidas a punto de nieve a la masa que dan un resultado final extraordinario.

Y como tengo el frutero lleno de mandarinas, el sabor elegido para estas madalenas no podía ser otro más otoñal que el de la ralladura de mandarina, con nueces, of course!

Ingredientes (para 6 madalenas)
1 huevo
10 g de de mantequilla casera en pomada
60 g de harina
30 g de azúcar glace
15 ml leche
1 mandarina, la ralladura de piel
1/2 cucharadita de bicarbonato
2 ó 3 nueces

Se sube la clara del huevo al punto de nieve, con la levadura.

Se mezcla el azúcar con la yema de huevo y con la mantequilla en pomada hasta obtener una masa homogénea. Se añade la leche.

Con una pala de madera, se incorpora la harina tamizada y la clara, alternativamente, con cuidado de que las claras no se bajen.

Se rellena el molde de madalenas y se decora con trocitos de nueces machacadas. Se hornea a 180º entre 10 y 15 minutos en la parte alta del horno.

¡Feliz semana!