Pastel de calabaza

Si las últimas recetas incluían frutos secos, continúo con productos de temporada y esta vez he hecho un pastel de calabaza. El 90% de su contenido es agua, por lo que es muy diurética, pero también es depurativa y digestiva. Los indios americanos las cultivaban para su consumo. En el siglo XVI se introdujeron en Europa, pero tardaron en popularizarse.

El otro día compré una calabaza tan dulce que se me ocurrió que sería interesante introducirla en un bizcocho para reducir la cantidad de azúcar. Este bizcocho lo he hecho con excepcionalmente poco azúcar y ha resultado riquísimo. Eso sí, los más golosos tendrán que añadir más azúcar (yo propondría el doble). Por otra parte, si se le quita todo el azúcar y se sirve con una salsa caliente de queso, tiene que estar impresionante como primer plato de una comida.

Aquí os dejo la receta utilizada, para que juguéis con ella y le deis alternativas.

Ingredientes
200 g de puré de calabaza
115 g de almendras molidas
25 g de azúcar
20 g de leche en polvo
2 huevos
una pizca de sal
una punta de cuchillo de levadura química

En una cazuela se cuecen 160 g de calabaza en dados con 300 g de agua durante 15 minutos. Se hace el puré y se deja templar.

Por otra parte, se mezclan las almendras con la leche en polvo, el azúcar, la sal y la levadura. Se añaden los huevos batidos y el puré.

En un molde, se hornea el pastel durante una hora a 150º.

Está estupendo frío o caliente.

¡Feliz fin de semana largo!