Galletas abizcochadas de manzana {el baile de la manzana}

No pude leer nada mas peligroso en un blog la semana pasada que "puede sustituirse la calabaza por puré de manzana" ¡y yo con dos manzanas muertas de la risa en la nevera! Llevo varios días pensando en esas galletitas abizcochadas de calabaza de Isabel en Aliter Dulcia y soñando que son de manzana... y totalmente diferentes... Lo peligroso de esta receta es que sabía que no iba a seguir los pasos de Isabel. Como se acerca la Semana Santa y tengo que vaciar la nevera, finalmente me he decidido.

Se pelan dos manzana y se cortan en trozos que se hierven hasta que estén blanditos (yo no he querido hervirlos mucho y tras 3 ó 4 minutos los he sacado). Se escurren y se machacan con el machacador de patatas (¿cómo se dice en español Kartoffelstampfer?).

En un cuenco se mezclan 80 g de mantequilla en pomada con 80 g de azúcar moreno. Se añaden 80 g de claras de huevo y el puré de manzana. A la mezcla se incorpora canela al gusto, media cucharadita de sal y otra media cucharadita de bicarbonato. Finalmente se añaden 250 g de harina a la mezcla homogénea.

Se reparte en la bandeja de horno en montoncitos y se decoran. Yo he utilizado unas fresas cortadas en dadines muy pequeños. Han sido un acierto, ¡casi creo que tendría que haber puesto más!

Las galletas se hornean durante 30 minutos en el horno precalentado a 180º.

Por los ingredientes, estas galletitas han quedado muy ligeras y, aún así, muy sabrosas. Me han gustado más frías, porque he podido distinguir el sabor de la manzana más claramente y el resultado es como de un strudel sutil. Aconsejables 100%. Lo único: me he quedado con ganas de hacerlas con harina integral.

Los que sigáis el blog habitualmente, estaréis esperando ver qué baile ha inspirado esta receta. Pues la receta no ha sido inspirada por ningún baile, sino por dos manzanas en la nevera. Pero, ¿habéis oído hablar alguna vez del "Baile de la Manzana"?

En 1954, la fotógrafa Inge Morath, esposa de Arthur Miller, se encontraba en España buscando los famosos bordados de Navalcán (Toledo). Gracias a ella, se tiene un narrado de las costumbres de la época, así como fotografías de las gentes de ahí.

Según Morath, que describe el ritual del "Baile de la manzana" con motivo de las bodas, cada bailarina sostiene un cuchillo con una manzana clavada en la punta y, a medida que van danzando rítmicamente al son de la música, los invitados se van acercando y van clavando billetes en las manzanas, ayudando de este forma a reunir la dote de la novia y ganando el derecho a bailar con ella. Los billetes son luego quitados de las manzanas y colocados en una caja de metal que la madre de la novia, sentada con otros invitados en un semicírculo alrededor de las bailarinas, sostiene firmemente sobre sus rodillas.

¡Feliz día!

***** (a sólo un mes del sorteo, ¡animaos a crear recetas inspiradas en la danza!) *****
** Según me vayan llegando, iré dejando enlaces a las creaciones participantes aquí. **